Diez cosas que hacer antes de morir

27 de julio de 2021

Como decía Abraham Lincoln que “lo que importa no son los años de la vida, sino la vida de los años”. En muchas ocasiones, al llegar a la vida adulta, nos metemos de lleno en la rutina. De casa al trabajo y del trabajo a casa, con unos pequeños paréntesis de escape los fines de semana y en vacaciones. No parece que tenga mucho sentido, ¿no creéis? ¡Hay que vivir! Y hacerlo cada día, con los nuestros y con uno mismo. Experimentar, descubrir, aprender, ayudar, crecer…; Que cuando tengamos que morir, realmente hayamos aprovechado la vida. Hoy, os proponemos 10 cosas que todo el mundo debería hacer, al menos, una vez en la vida. ¿Te animas?

1. HACER ALGO NUEVO CADA DÍA DURANTE UN MES
Evidentemente, no tiene que ser algo grandioso. Probar una comida de otro país, practicar un deporte nuevo, o simplemente ir al trabajo por un camino diferente al habitual. Así mantendrás la cabeza y los sentidos despiertos y podrás ver la vida desde una perspectiva diferente.

2. VIAJAR SOLO
Conocer el mundo y sus culturas te otorgará experiencias únicas que te harán más tolerante y cambiarán tu filosofía de vida. Al menos una vez, deberías hacer un viaje solo, que te ayude a conocerte a ti mismo y te demuestre que eres capaz de todo. Crecerás como personas y te convertirás en un ser más independiente con un puñado de interesantes conversaciones.

3. HACER UN VOLUNTARIADO
Luchar contra la pobreza energética, ser casa de acogida de animales abandonados, plantar árboles, ayudar en colonias urbanas, hacer de animador para niños en hospitales… Elige una causa que te apasione y echa una mano a aquellos que más lo necesitan. Antes de morir, ¡apoya una causa noble!

4. RECORRER EL CAMINO DE SANTIAGO
Una experiencia única, de conexión total con la naturaleza y contigo mismo. Ya sea en familia, con amigos o por tu cuenta, a lo largo del peregrinaje vivirás experiencias inolvidables que te aportarán energía positiva y felicidad. No es de extrañar que más de 250.000 peregrinos de todos los rincones del mundo recorran cada año una de sus múltiples rutas.

5. ENTERRAR UNA CÁPSULA DEL TIEMPO
Seguramente lo habrás visto en algunas películas, pero te animamos a que lo lleves a la práctica. Mete en una caja algunas objetos que te representen, fotografías, cosas que te gusten, algún elemento importante para ti… Te recomendamos también que escribas una carta para tu ‘yo del futuro’, en la que le cuentes tus sueños y tus proyectos. Entiérrala. Dentro de 50 años, cuando la abras, podrás leer esas palabras de juventud, recordar todos esos momentos nostálgicos y preguntarte si estás donde imaginabas.

6. ATREVERSE CON UN DEPORTE DE RIESGO
‘Puenting’, paracaidismo, ‘bungee jumping’, ala delta, parapente…; las posibilidades son muchas y la descarga de adrenalina está asegura. Y si eres un poco más prudente, puedes experimentar con la gravedad cero, algo un poco más ‘light’ pero igualmente divertido. Los deportes extremos son una forma única de conectar con el entorno natural y dejar atrás todos tus miedos.

7. BAÑARTE EN UNA PLAYA NUDISTA
Líbérate de todos los complejos y las convenciones sociales. Siéntete totalmente libre tomando el sol y bañándote en una playa totalmente desnudo. Tranquilo, ¡no vas a morir de vergüenza!

8. HACER UN INTERRAIL
Un mes de vacaciones, un grupo de amigos, una mochila y toda Europa por descubrir. Sin horarios, sin una ruta fija y con un millar de posibilidades por delante; así se vive un interrail. Conocerás un montón de gente, aprenderás palabras en diversos idiomas y probarás gastronomías que ni siquiera sabías que existían. Las anécdotas están garantizadas.

9. DORMIR EN EL DESIERTO
Pasar la noche en una jaima de un campamento bereber es una vivencia única que, además, tenemos bastante cerca. Si viajas a Marruecos, no olvides incluir entre tus planes una excursión nocturna a lomos de camellos por el desierto del Sáhara.

10. VIVIR DESCONECTADO 15 DÍAS
Estamos enganchados al móvil y a Internet. Si no tenemos datos, buscamos como locos un punto ‘wifi’ y, cuando quedamos con alguien, muchas veces estamos más pendientes del teléfono que de la conversación real. Desconecta durante dos semanas, márchate a un lugar recóndito de la montaña y disfruta de vivir enganchado a un aparato durante unos días.

Estas son nuestras propuestas, pero seguro que vosotros tenéis muchas más. ¡Cuéntanos qué harías tú antes de morir!